Hermandad La Coronación: Ayuntamiento de Jerez - Página oficial

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La Coronación

Muy Ilustre, Antigua y Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas, María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción y San Juan Bautista.

 

Sede canónica

Capilla del Refugio de Nuestra Señora de los Desamparados.

Calle Arcos, 49,

11401 Jerez de la Frontera, Cádiz

Teléfono:  956-321221

Titulares

Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas:

La imagen del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas data del siglo XVII. Concretamente, se tiene constancia de un documento a modo de contrato en el que se encarga a los artistas Pedro Grass y Elías Mez, de nacionalidades alemana y flamenca respectivamente, la hechura de una imagen de Jesucristo. El mismo consta literalmente de este modo: “Sepan cuantos esta carta vieren como yo Pedro Gras de nación alemán e yo Elías Mez de nación flamenco vecinos que somos de esta ciudad de Xerez de la frontera en la collación de san salvador calle de los Abades ambos a dos juntamente y de mancomún y a voz de uno de nos por si y por el otro (…) nos obligamos y prometemos en favor de la cofradía de la santa coronación de Jesucristo advocación de San Juan Bautista del convento de san Agustín de esta dicha ciudad y del alférez Francisco Portillo y Sebastián de Herrera hermanos mayores de la dicha cofradía y de los demás hermanos de ella y asimismo de los hermanos mayores que después de los susodichos lo fueren a ser y que haremos cuatro hechuras una de Jesucristo sentado en una peana afirmando en los pies con precisión y contento y satisfacción de los dichos hermanos mayores que son o fueren de la dicha cofradía y tres de tres judíos y la del santo Cristo toda de madera y las de los judíos cabezas pescuezos y medios brazos y manos pies y piernas hasta las rodillas que los dos de los dichos judíos uno ha de estar coronando a Jesucristo y el otro ayudándole con una mano y con la otra dándole la caña y el tercero ha de estar barrenando una cruz la cual dicha cruz asimismo nos obligamos y prometemos de hacer dentro de seis meses que han de empezar a correr y se contar desde hoy día de la fecha de esta escritura y por precio y cuantía todo ello de mil novecientos y cincuenta reales de vellón”.

La imagen del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas, realizada en madera de cedro, es una imagen sedente, con la cabeza ligeramente ladeada hacia la derecha, cuya expresión refleja el dolor de la tortura y la dulzura del que perdona a los que se mofan de Él. Las manos están cruzadas sobre el regazo, la derecha sobre la izquierda y el pie derecho ligeramente adelantado sobre la posición del izquierdo. Asimismo, la imagen del Señor de la Coronación de Espinas representa el pasaje evangélico que puede leerse en Mc 15, 16-19: “Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, a saber, al Pretorio, y convocaron a toda la corte. Y le vistieron de púrpura y, poniéndole una corona tejida de espinas, comenzaron a saludarle: ¡Salve, Rey de los judíos! Y le golpeaban la cabeza con una caña, y le escupían y, puestos de rodillas, le hacían reverencias”.

Existe cierta controversia sobre la autoría de la imagen del Stmo. Cristo de la Coronación de Espinas. El hallazgo realizado por los investigadores D. José Jácome González y D. Jesús Antón Portillo de un contrato de hechura de un Cristo para la Cofradía de San Juan Bautista en 1625 por los escultores Pedro Grass y Elías Mer contrasta con los estudios y las conclusiones realizadas por otros investigadores en base a similitudes estilísticas y métodos constructivos que asocian la imagen con el escultor holandés afincado en Sanlúcar de Barrameda Pedro Relingh. Dentro de las obras documentadas de Relingh que guardan mayor similitud con la del Cristo de la Coronación de Espinas se encuentra la de N.P. Jesús de loa Afligidos de Cádiz emplazada en la parroquia de San Lorenzo.

Como es natural, no se niega el hecho de que existiera una imagen del Cristo realizada por Pedro Grass y Elías Mer en 1625 sino que se cree que ésta pudiera haber sido sustituida por otra en de Pedro Rellins en el primer cuarto del siglo XVIII.

La imagen ha sido intervenida de diversa consideración en múltiples ocasiones según la apreciación realizada por la empresa de restauración S&S en la última realizada en 2018. Se tienen documentadas cuatro: En 1896 por el ebanista y dorador Manuel Daza Perea; en 1963 por el escultor Sr. Márquez, quien se cree sustituyó un brazo que se encontraba en mal estado por otro de nueva factura que le daba un aspecto simétrico y falto de movimiento a la imagen; la realizada en 1981 por el profesor Francisco Arquillo Torres cuando se le repone el brazo original que afortunadamente conservaba la hermandad; y la última de 2018 realizada por S&S quienes, aparte de las tareas de afianzamiento de la estructura y limpieza de la policromía, detectaron la presencia de un hongo xilófago en el costado derecho que afortunadamente pudo ser eliminado a tiempo.

La imagen volvió al culto y veneración el sábado 2 de Marzo del 2.019 con una serie de actos que terminaron con una misa de acción de gracias.

Fuente: https://coronacionjerez.com/santisimo-cristo-de-la-coronacion-de-espinas/

María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción:

La actual imagen de María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción viene a sustituir a la anterior de Nª Sª de la Mayor Aflicción -hoy día, Virgen de los Dolores de Villaluenga del Rosario- después de que a finales de 1949 se adquiriera a un anticuario de Sevilla, probablemente, por ajustarse más a los cánones sevillanos en auge en esos tiempos en toda la semana santa jerezana. Inmediatamente se remite al Vicario General de la Diócesis el siguiente escrito: “Habiendo adquirido esta Hermandad del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas y Ntra. Sra. de la Mayor Aflicción, una imagen de la Santísima Virgen con el objeto de dedicarla al culto, bajo la titulación de Nuestra Señora de la Paz en su Mayor Aflicción, es por lo que de conformidad con las disposiciones vigentes y acompañando al efecto tres fotografías de dicha imagen SOLICITA de V.I. el oportuno permiso para la bendición de dicha imagen. Es gracia de esperamos merecer de la reconocida bondad de V.I. cuya vida guarde Dios muchos años.”

Una vez recibida la aprobación por parte del Arzobispado de Sevilla, la Junta de Gobierno decide el día 22 de enero de 1950 que el día elegido para la bendición de la nueva dolorosa sea el domingo 29 de ese mismo mes, tras la misa de las 11:30 horas. El acuerdo tomado por la Junta de gobierno reza lo siguiente: “Se acuerda destinar la mañana del próximo domingo día 29 del actual, después de la misa de 11 y media, para la bendición de la nueva Imagen de Ntra. Sra. de la Paz en su Mayor Aflicción, que ha sido adquirida recientemente por esta Hermandad; la Misa será armonizada y al final se cantará una salve. Para mayor realce se pondrá un anuncio en la prensa local”.

Finalmente, la dolorosa saldría por primera vez el 2 de abril de 1950, Domingo de Ramos, a las 20:00 horas.

La talla de la dolorosa, data de principios de la década de los años 40 del pasado siglo, su hechura corrió a cargo de José Rivera García, imaginero de Umbrete nacido en el año 1905. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla. Este imaginero restauró la Virgen de la Angustia, actual titular de la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla y obra del conocido Juan de Astorga del siglo XIX. Se observa una semejanza con la misma bastante acentuada que hace pensar que Rivera tomara su inspiración, a la hora de realizar la bellísima imagen radicada en Jerez, de las gubias de Juan de Astorga.

En esta dolorosa jerezana, el imaginero siguió la idea de no expresar el dolor corporal en su intensidad. Se expresa en su semblante un dolor que no rompe con la resistencia física del cuerpo de la Virgen. Se advierte en el rostro de esta Dolorosa una gran dulzura en sus facciones que se tradujo por parte del escultor en una sutil expresión de dulzura y belleza distanciando de la imagen el sufrimiento y la desgracia.

El imaginero empleó un color rosado en el rostro, lográndolo a base de una mezcla de color blanco con carmín, lo que da a la imagen un color sonrosado restando patetismo a la expresión consiguiendo de esta forma por parte del escultor la idealización de la Virgen en medio de su dolor. En las manos de esta imagen, podemos ver el ejemplo que el imaginero siguió de sus maestros concretamente de Cristóbal Ramos, dándoles a las manos de María Stma de la Paz en su Mayor Aflicción una gran estilización, finura, alargamiento, y la particularidad de que los dedos meñiques retranquean hacia atrás.

En el año 2017, María Stma de la Paz en su Mayor Aflicción fue restaurada en los talleres S&S Restauraciones de nuestra ciudad volviendo al culto el 17 de diciembre de dicho años tras siete meses de trabajo.

Fuente:https://coronacionjerez.com/maria-santisima-de-la-paz-en-su-mayor-afliccion/

San Juan Bautista:

San Juan Bautista es el tercer titular de la Hermandad y viene siendo así desde la refundación de la misma en 1896. Sin embargo, en su origen, la Hermandad de la Coronación de Espinas se tituló de San Juan Bautista, siendo este santo el primer titular de la misma y saliendo incluso procesionalmente, como era habitual en cofradías similares en el siglo XVII (San Andrés, San Telmo, San Bartolomé, etc.)

Se puede atribuir la obra con solvencia al imaginero Francisco de Villegas gracias a un testamento, otorgado el 15 de enero de 1660 en Medina Sidonia, en el cual el propio Villegas dice, ‘Los hermanos de la Cofradía de San Juan Bautista de Jerez de la Frontera me son deudores de ciento y ochenta reales del resto de mayor cantidad de la hechura y escultura de un San Juan que hice para la dha Cofradia‘.Francisco de Villegas (1592-1660) es un imaginero nacido probablemente en Granada y fallecido en Medina Sidonia que perteneció al taller de Juan Martínez Montañés y que la mayor parte de su vida la pasó esculpiendo en Cádiz y su provincia. Casó con la sobrina de Pablo de Rojas, maestro de Montañés en Granada y de ahí la relación entre ambos. En 1614 entra en el taller de Martínez Montañés por un periodo de cuatro años.

En esta etapa, cree el historiador Enrique Hormigo Sánchez que pudo haber colaborado activamente en la ejecución del retablo de la iglesia de San Miguel de Jerez de la Frontera si bien no se le conocen imágenes pasionales de su etapa sevillana. No obstante, y como anécdota, hay algunos historiadores que le hacen algunas atribuciones incluso atreviéndose a asignarle la hechura del Cristo de Pasión del templo del Salvador en detrimento del mismísimo Martínez Montañés, aunque sin documentos que lo avalen. Al terminar el contrato se muda a Cádiz donde ya queda documentada su residencia en 1619 aunque va moviéndose por distintas localidades de la provincia, y mudándose en algunos casos, siguiendo sus compromisos laborales. Está documentada su residencia en la calle Porvera de Jerez entre el año 1648 y 1650, donde recibió el encargo de hacer el retablo del altar de Santo Domingo de la iglesia de esta advocación, incluidas las hechuras de varias imágenes de bulto redondo. Del periodo jerezano son también un retablo en la Iglesia parroquial de Santiago, otro para la antigua iglesia del Carmen y el San Juan Bautista objeto de este artículo.

Esta imagen de San Juan Bautista ha sufrido diversas restauraciones a lo largo de sus cerca de 400 años de historia a pesar de lo cual son reconocibles algunos de los detalles característicos del imaginero que la ejecutó. Manierismo en el tratamiento anatómico con un rostro de caracteres planos y ojos grandes de mirada hierática, pintados sobre la madera, que provoca una sensación de rigidez importante. La nariz es ancha y el cabello bien definido y ejecutado. La boca de labios gruesos está cerrada, como es habitual en la imaginería de Villegas.

La iconografía es bastante ortodoxa mostrando a un varón austero que viste una piel de camello, como penitente en el desierto, y lleva en la mano izquierda un lábaro cruciforme del que le cuelga un banderín con la cruz de San Juan Bautista. La iconografía clásica incluye, en realidad, una cinta con el texto “este es el cordero de Dios” en vez del banderín, ya que Juan es ‘el precursor’ y, por tanto, va anunciando al que viene detrás de él. A sus pies se encuentra una imagen de un cordero en representación, precisamente, de Jesucristo, ‘el cordero de Dios’.

San Juan Bautista, el último profeta y el primer mártir cristiano, es el nexo de unión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Según los textos sagrados, era hijo de Zacarías, sacerdote del templo de Jerusalén, y de su esposa Isabel, prima de la Virgen. De ahí su parentesco con Jesús. Al nacer, sus padres le impusieron el nombre de Juan, como le indicó el arcángel san Gabriel al anunciarle a Zacarías su concepción. Pasó su juventud en el desierto de Judea, predicando la penitencia para el perdón de los pecados. Bautizaba en el río Jordán a todos los que acudían a él en actitud expiatoria. Y anunció la venida de Cristo, a quien bautizó poco antes de iniciar la vida pública. Como se sabe, hacia el año 30 fue apresado y decapitado por orden de Herodes Antipas, ya que le censuraba continuamente su incestuoso matrimonio con Herodías. El tetrarca de Galilea, para cumplir una promesa imprudente que había hecho a su hijastra Salomé, lo mandó ejecutar. Sus discípulos recogieron el cadáver y le dieron sepultura.

Fuente:https://coronacionjerez.com/san-juan-bautista/

Reseña Histórica

En el año 1.615, siendo Arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla, D. Pedro Vaca de Castro y Quiñones, un grupo de fieles devotos acuden al Provisor y Vicario de la Archidiócesis de Sevilla, D. Gonzalo de Campo para pedirle la fundación y establecimiento de la Cofradía de San Juan en la antigua Iglesia Colegial. D. Gonzalo de Campo admite la propuesta de estos fieles y traslada a D. Pedro de Vargas, sacerdote del Sagrario de Sevilla el estudio de las reglas de nuestra Hermandad.

La Hermandad coge como advocación mariana la de la Paz y así queda recogido en el íncipit de las reglas: “ En el nombre del muy alto y muy poderoso Jesucristo Nuestro Señor que vive sin principio y reina sin fin y de la gloriosa siempre Virgen María, su bendita Madre de la Paz y el glorioso San Juan Bautista que Nos, tenemos por Señores y Abogados

En los Capítulos 23 y 24 de aquellas reglas se determina lo relativo a la procesión de penitencia. “Ordenamos que sean obligados los dichos cofrades a salir en procesión el Jueves Santo a las dos de la tarde, llevando la Insignia de una estampa de la Madre Dios de la Paz y San Juan Bautista en el lado derecho y a la izquierda San Juan Evangelista, la Santa Coronación de Jesucristo y la Madre de Dios de la Paz. Pero esta advocación era completamente teológica, es decir no se hace referencia a ninguna imagen.

La Hermandad permaneció en la antigua Colegial algo más de cuarenta años, en los que se consolidó y adquirió popularidad, la cual quizás fue debida a que la Hermandad había abandonado la práctica de los penitentes de sangre o flagelantes, a la que no se podían someter muchos de los cofrades, y que ya era para la Autoridad Eclesiástica motivo de preocupación y escándalo.

Muy posiblemente durante este periodo es cuando se encarga la imagen de San Juan Bautista al escultor D. Francisco de Villegas, discípulo y pariente de D. Juan Martínez Montañés. Este artista dejó varios trabajos en diversas iglesias y conventos de nuestra ciudad, e incluso se le obligó a realizar una imagen de dolorosa, pero por las características de sus imágenes, su anatomía manierista, los rasgos planos del rostro con grandes ojos, no concuerdan con ninguna imagen de Virgen que hayamos conocido.

En el año 1.649 la Cofradía de San Juan Bautista firma un acuerdo con los frailes Agustinos y se traslada a la iglesia que estos frailes habían terminado de construir. Los frailes dan a la Hermandad la capilla situada al lado izquierdo y debajo del coro, y encargan a la misma, la realización de cañones para el entierro de los hermanos. Aunque por la documentación existente sólo se traslada a dicha iglesia la imagen de San Juan Bautista y la Virgen de Villegas

En el año 1.771 el Real Consejo de Castilla del Rey Carlos III, ordena la supresión de las cofradías de Jerez. La Hermandad estaba saliendo de varios años muy desordenados y esta supresión supuso un golpe mortal para nuestra corporación. Aunque se elevó un recurso ante el Real Consejo, no sirvió de nada y la orden fue confirmada en 1.779 lo que supuso la supresión y extinción de las Cofradías, aunque se les permitiera las procesiones en calidad de devotos.

La desamortización de Mendizábal expulsó a los frailes agustinos de su convento pero antes se tuvo que hacer un inventario que nos permite conocer que “en la quinta Capilla con retablo en todo su frente de pino sin pintar, con tres nichos, en el del medio una efigie de bulto del Señor de la Coronación con una capa encarnada sudario y cordón dorado al cuello, potencias de hoja de lata y corona de espinas al parecer de hierro. En el de la derecha Nuestra Señora como dolorosa con un mano celeste, traje morado, bordado como de oro y corona de lata y en la mano izquierda un pañuelo”. También se describe en el inventario la imagen de San Juan y otros enseres de la cofradía.

Las salidas procesionales en este periodo son esporádicas, la hermandad salió en 1.820; pero desde 1.852, año en el que aparece la prensa escrita en Jerez no hay constancia de su salida hasta su reorganización en 1.896

Reorganización de la Hermandad

En el año 1.896 un grupo de devotos, alentados y dirigidos por el Capellán de San Agustín D. Rafael Valero García, reorganizan la cofradía de San Juan Bautista y en apenas dos meses consiguen que se aprueben unas nuevas reglas y ponen a la cofradía en la calle el Domingo de Ramos 29 de Marzo de 1.896.

La vida de la Hermandad en estos años sufre muchos vaivenes. En 1.905 no se sale por motivos económicos. Se sale en 1.906, 1.907 y 1.908. Pero entre 1.909 y 1.911 no se celebran ni los cultos. En 1.912 la cofradía salió, en 1.913 sólo se celebraron los cultos que fueron los últimos que se celebraron en San Agustín.

Tras los años de decaimiento provocados por el cierre y derribo de San Agustín en el que las imágenes habían sido trasladadas a la Colegial, la Hermandad consigue la cesión de la Capilla de Nuestra Señora del Refugio de los Desamparados. Las imágenes del Señor y de la Virgen son trasladadas el 4 de Agosto de 1.924 y el 12 del mismo mes la imagen de San Juan Bautista, y ya en 1.925 la cofradía hace su salida desde este templo, concretamente el Lunes Santo.

En el periodo pre-republicana la Hermandad lleva una vida continuista. En el año 1.929 y gracias al esfuerzo de muchos hermanos, la Hermandad ofrece a su titular Nuestra Señora de la Mayor Aflicción una preciosa corona de plata sobredorada que se compró en Córdoba y costó mil cuarenta pesetas. En el archivo de la hermandad se conserva el libro de donativos donde consta todas y cada una de las aportaciones realizadas por los hermanos y devotos, en un número muy numeroso

En la Semana Santa del mismo año se introduce un cambio fundamental en el hábito nazareno. La cola de la túnica se corta y se añade una capa también de color blanco con vueltas negras, que tanta personalidad le da a la vestimenta de la hermandad. En los años siguientes se van afinando otros detalles del hábito como el cambio a terciopelo del antifaz, la eliminación de las mangas de ángel, el cambio del cíngulo de raso por uno de cordón o la introducción del escudo en el hombro izquierdo de la capa. En la actualidad, el hábito de nazareno se compone de túnica y capa de color blanco con vueltas negras, antifaz de terciopelo negro, cíngulo de cordón, botonadura y zapatillas del mismo color, y calcetines y guantes blancos. Sobre el lado izquierdo de la capa llevarían los nazarenos el escudo de la Hermandad y sobre el antifaz, bordada, la corona de espinas atravesada por el cetro.

En los años 1.932 y 1.933 debido a la instauración de la II república y el clima poco propicio para la religiosidad, no salieron cofradías, el año siguiente sólo sale la Hermandad del Cristo de la Expiración , y ya en 1.935 la mayoría de las cofradías existentes en aquellos momentos realizan su salida procesional. Concretamente este año de 1.935, la hermandad sufre un duro revés. El 4 de mayo, la antigua imagen de Nuestra Titular quedó envuelta en llamas debido a una vela de un devoto que se quebró y prendió las vestiduras de la imagen. La Junta de Gobierno hace gestiones con el escultor sevillano Agustín Sánchez Cid con el fin de encomendarle la restauración de la imagen, que tuvo un coste de 2.000 pesetas.
En diciembre de 1.935 se celebró una solemne función religiosa en la se bendijo la Venerada Imagen de la Stma Virgen de la Mayor Aflicción felizmente restaurada.

Al terminar la Guerra Civil, la Semana Santa de Jerez adquirió una imparable sevillanización. Esta orientación provocó serios disgustos entre sus partidarios y los del mantenimiento de las formas y modos jerezanos tradicionales.

Las dimensiones de la puerta de salida y de la propia Capilla de los Desamparados no permitía la salida de pasos de la hermandad, por lo que una vez se impuso la facción sevillanizante, debieron emprenderse obras que la dotaran de una puerta suficiente. Así, en 1.948 se abrió por primera vez la puerta de la Capilla a la calle Arcos y el crucero que la ampara.

En el año 1.949 D. José Núñez Correa y D. José Gómez Morales (conocido por Pepe Gómez), tuvieron conocimiento, en casa de un anticuario sevillano, de la existencia de una imagen de dolorosa. Tras acudir a Sevilla a verla, se adquirió la misma para la Hermandad como nueva titular. La imagen, atribuida inicialmente a Juan de Astorga por su similitud con la imagen de Nuestra Señora de la Angustia de la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla, es obra de José Rivera García, y realizada en la década de los cuarenta del pasado siglo XX..

Tras unos meses de convivencia de las dos imágenes se decidió prescindir de la antigua y ponerle a la nueva la advocación de María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción, reuniendo así las dos advocaciones que se habían tenido a lo largo de la historia de la hermandad.

La antigua imagen fue trasladada a Villaluenga del Rosario donde se venera bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores en la Iglesia Parroquial de San Miguel.

En la década de los años 50 y 60 y gracias a los esfuerzos de muchos hermanos, se dotó a la hermandad del valiosísimo patrimonio del cual hoy disfrutamos, de la mayor parte del paso de palio y muchas de las insignias que hoy luce la cofradía.

En 1.975 se conmemoran las Bodas de Oro de la segunda reorganización de la Hermandad de la Coronación de Espinas, con tal motivo se realiza un programa de cultos y conferencias culminando con un triduo de acción de gracias en la Basílica de nuestra Señora de la Merced, para lo cual se llevó a la Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción que regresó en todo su esplendor en su paso de salida exornados de nardos.

En el año 1.979 se creó la primera cuadrilla de costaleros del paso de misterio de Stmo. Cristo de la Coronación de Espinas, comandada por N.H.D Juan Luis Jaén Pacheco. Hubieron de estrenarse en la Semana Santa de 1.980 ya que en el año 1.979 la cofradía no realizó su estación de penitencia debido a la lluvia. Desde el año 1.944 todavía cargado por fuera, el Señor de la Coronación no era llevado por hermanos.

María Stma de la Paz en su Mayor Aflicción tuvo que esperar hasta el año 1.987 para ser llevada por primera vez por sus cofrades. Al frente de su cuadrilla se encontraba N.H.D. Francisco Núñez Clavijo.

En el año 1.993 el Consejo Directivo de La Unión de Hermandades de Jerez de la Frontera presidido por N.H.D. Manuel Piñero Vázquez comunica a la Hermandad que es la Imagen del Stmo Cristo de la Coronación de Espinas la que presidiría el Vía-Crucis de la Unión de Hermandades, el cual se realizó en el convento de Santo Domingo.

La techumbre de la Capilla de los Desamparados, sin que fuera notable a simple vista, había acusado sensiblemente el paso de los años. Descubierto su muy mal estado, la Junta de Gobierno presidida entonces por N.H.D Francisco Hurtado Chacón, emprendió la labor de su restauración que merced a la colaboración del Ayuntamiento, se llevó a efecto en la primavera de 1998. En la misma obra se realizó la sustitución de la solería antigua por otra de mármol en blanco y negro, colores de la Hermandad y la construcción de un camarín para el Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas.

En el Año Jubilar de 2.000, la Hermandad celebró el centenario de la primera reorganización y el 75 aniversario de la llegada de esta corporación a la actual sede canónica traslado y regreso extraordinario a la Catedral con los dos titulares en sus pasos de salida

En el año 2.015 se celebraron los 400 años de la fundación de la cofradía de San Juan Bautista, con una serie de cultos y actos coronados, con una misa de acción de gracias en la Catedral para lo que hubo una procesión matutina hacia la misma y por la tarde un regreso triunfal con las dos imágenes en sus pasos de salida.

Fuente:https://coronacionjerez.com/historia-de-la-hermandad/

El paso de Misterio

Jesús aparece sentado sobre un taburete, con la corona de espinas rodeando su cabeza, con las manos atadas por delante, sujetando una caña (aunque, en algunas ocasiones, no porta Cristo la caña, sino que lo hace uno de los sanedritas que lo increpan y que aparecen en el paso de Misterio).

Un soldado romano aparece a la espalda de Cristo, incrustándole la corona de espinas en las sienes, ayudándose para este propósito de un palo.

El paso de Palio

La imagen de María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción fue realizada por el artista José Rivera García, nacido en Umbrete (Sevilla) en 1905 y fallecido en 1982.

Fue adquirida por la Hermandad en 1950 a un anticuario sevillano. Se le añadió la advocación de Nuestra Señora de la Mayor Aflicción en 1986. 

Escudo y túnica

 

Antifaz de terciopelo negro, con el escudo reducido en el pecho,

Túnica blanca con botonadura y cíngulo negro, cubierto con capa blanca con vueltas de raso negra.

Escudo completo sobre el brazo izquierdo.

Otros datos de interés

A pesar del explícito cometido estatutario designado a las Hermandades, la demanda de una mayor implicación social, nos lleva a una mayor actividad en la formación humana y religiosa de nuestros cofrades y a una mayor actividad en el área de asistencia social. Buena prueba de ello fue la creación de la “Asociación de fieles Paz y Aflicción”  destinada a la asistencia a domicilio del mayor, que posteriormente pasó a ser “Fundación Paz y Aflicción” y que este pasado año 2007 ya ha puesto la primera piedra para la construcción de un  Hospital de Día. Actualmente dicha fundación funciona autónomamente, aunque la Hermandad se mantiene como Presidente de Honor y miembro ejecutivo del Patronato de Gobierno.

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